277. DE UN PROFETA Y DE LAS PERSONAS INCOMPRENSIBLES

” …y no creo que por mucho meditarla cambiara de opinión. Un 5.7 porque aunque le haya dado más palos que otra cosa no digo que sea mala, es más que correcta pero para mi no tanto como la ponen.”
Señor en Internet



Me decía un amigo que le gustaría que, al menos durante un tiempo, la música que escucháramos la tuviéramos que encontrar guardada en estuches blancos, uniformes, y sin título. Que los libros viajaran sin nombre de autor ni editorial. Que las películas se vieran sin saber nada de ellas, siempre con actores desconocidos.
Siempre desconocidos.

Nunca estuve tan de acuerdo con él como tras y durante "Un profeta". Cuando la vi, no conocía a ninguno de sus actores, no sabía nada de lo que pasaría.

Me enamoró.

Este apasionamiento se produjo, también, porque las únicas pegas que le encontraba (soy tan idiota que me dedico a encontrarle pegas a las películas que me enganchan mientras las veo, más que nada para no quedar luego como un idiota entreguista) se me convirtieron en aciertos descomunales.

Joe Pesci será el mejor haciendo de Joe Pesci. Nunca será otro. El chaval profeta es el chaval profeta. Tipos muy listos se llenan la boca a vueltas con la suspensión de la incredulidad y sus dificultades. Supongo que lo que trato ahora es de darles la razón.

Si decimos que lo que nos encontramos delante es siempre nuestra película, nuestro libro, que la única crítica posible es personal y subjetiva, acabamos diciendo tonterías, acabamos diciendo que nada vale nada. Supongo que ahora, también, es lo que trato de decir.

Que aquello que vi es mío y de nadie más. Que me encantó porque me lo creí. Porque me resultó especial de una manera difícil de explicar. No sabría discutirla desde cierta perspectiva. ¿Cómo hablar de ella con alguien que le pone un 5.7, y no un 5.8 o un 5.6? Solo sabría decirle que la película ha sido muy importante para mí, pero que él seguramente tenga sus razones y su razón. Después de hablar, imagino, lloraría en sus brazos o me encogería de hombros o le rompería una botella en la cabeza, le escupiría, y me moriría de la risa.

No sé qué me está pasando, esto cada día se parece más a un blog ¿críticas de cine, Guión_bajo? ¿qué es lo que pasa aquí? ¿qué será lo próximo? ¿chistes?

Uno no sabe qué pensar. La vida práctica infecta ultimamente.

Besos.

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