Barcelona continua. Barcelona continúa.

Capítulo 264
“Queda establecida la quinta dimensión”
Kasimir Malévich
(Primer punto del Manifiesto Suprematista.
Firmado en Vitebsk el 15 de noviembre de 1920
)


Escucho rap por las mañana trato de huir de la maraña. Con el cuerpo aún empapado en telarañas…

Me doy cuenta de que aquí yo también intento hacer rap. Rap sin saber rimar, sin saber cantar, sin saber música. Sólo y metido en la broma de la ciudad y de la vida. Amo más que nunca a quien mucho más amé y ya no me ama, alguien que ha llegado a la conclusión de que quizás en realidad nunca me amó, o algo así. Amar es un verbo terrible.
Fuera sol sudor y una ciudad que espera. No sé a quién o a qué. Desde luego no a mí.
Y sin embargo, juego a que todo el mundo me desea. Juego a ser listo. Juego a decir las mejores frases, juego a que la vida me admira y anhela. Juego, sin que nadie lo sepa, a que soy el mejor, aunque sepa que es mentira. El doscientos sesenta y cuatro es un número serio.

Alguien dijo que la verdad era revolucionaria. Qué viejos somos. Qué vieja la frase. Como si se pudiera decir que la verdad existe, o que es nuestra. Sin embargo, aquí estamos. Trabajamos aún en fábricas en la época en la que ya no existe la industria.

Todos arrastrándonos hacia las fábricas. Trabajando en ellas. Yo en una de cartón, y tú que produces música, y tú, que escribes libros de arte esculpido, o de niños perdidos. Y tú, que trabajas en un bar que no es más que una fábrica de borrachos y de risas y de lágrimas escondidas debajo de risas o de caras serias y ojos enrojecidos o de caras a punto de estallar en carcajadas y en las que se intuye una pena terrible debajo. O no. Puede que solo una pena banal.

Todo es industria. Y todo es enemigo de los sueños y de las palabras que a los sueños forman. Apenas nos queda algo propio, algo puro: un ballet de aire con aire, de viento chocando y acariciando y retorciéndose y ajironándose entre el resto de aire, un ballet que te arranca la respiración y te gasta el alma simplemente por ser hermoso: por ser vital: por ser. El humo de los tubos de escape aclara o revela un atisbo de ese ballet invisible, pero solo un segundo, o menos de un segundo. Más bien una unidad de tiempo insosteniblemente corta, una unidad de tiempo insignificante y que quizás en realidad no existe. Que se crea y se agranda o funciona en el recuerdo y enterrada en la retina.

Todo lo inacabable se termina. Pero fuera, la ciudad espera. Como gritando. Cómo grita. Cómo grita.

2 comentarios:

ir-n dijo...

Con los ojos llenos de lágrimas termino de leer este hermoso texto que sale desde lo más profundo.
Catarsis dolorosa en sus reflexiones.
Ganas de salir corriendo y no parar de gritar hasta desfallecer.

Joder, querido... al margen del significado racional de tus palabras, se desprende una virulenta fuerza que debe ser motor (aunque sea por inercia) de todo lo demás (sea lo que sea lo demás)... yo tampoco lo sé ya.

Te abrazo fuerte.

ir-n dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=vxWoD01IKJA&feature=related


Esta fue la música que acompañó a tus palabras...
Te quiero.